Durante más de trescientos años, la casa de la playa ha guardado sus secretos. Para Eli Landon será su salvación.
Tras once meses de pesadilla, Eli Landon queda absuelto del asesinato de su esposa por falta de pruebas. Ahora es un hombre libre, pero las brutales y misteriosas circunstancias del crimen hacen que la sombra de la sospecha se siga cerniendo sobre él.
Con la reputación destrozada, nada queda ya del abogado de éxito que fue. Incapaz de volver a enfrentarse al mundo, decide refugiarse en la casa de la playa de su querida abuela Hester mientras ella se recupera en una residencia de un desafortunado accidente.
Eli vuelve al pueblo donde pasó los veranos más felices de su vida en busca de soledad, pero Abra Walsh, la simpática vecina a quien su abuela le ha encargado el mantenimiento de la casa (y la recuperación anímica de su nieto), no está dispuesta a permitir que siga regodeándose en su miseria. A Eli no le hace ninguna gracia que este torbellino de mujer ande por la casa diciéndole lo que debe hacer, pero finalmente le resulta imposible resistirse a su poderosa atracción. En el fondo sabe muy bien que Abra tiene razón, ha llegado el momento de averiguar lo que sucedió la noche en que encontró el cuerpo sin vida de su esposa.
Juntos emprenderán una exhaustiva investigación e irán desgranando una serie de pistas que les conducirán hasta un inesperado lugar, mucho más cercano de lo que imaginan.