A Santiago Eximeno le gusta esgrimir los términos grotesco y emotivo: se concentra en ellos esa mezcla irreductible entre lo que emociona y desagrada a un mismo tiempo, lo que encanta y horroriza, lo que nos hace reír y lo que nos provoca arcadas. En Entrañables se reúne una muestra generosa y representativa de su creación en el ámbito del microrrelato. Si bien es verdad que cada línea, cada tirada, respiran libertad y goce creativo, no lo es menos que, oculto tras tamaña ebullición imaginativa, se adivina un impulso controlado, un dispositivo programado a la perfección, fruto de una inteligencia poco menos que visionaria, tan provocadora como consciente del terreno que pisa y los efectos que quiere generar.
Niños que regresan de la tumba, circos que siembran el pánico con su llegada a la ciudad, sirenas en bañeras, apocalipsis cotidianos, estatuas que cobran vida, jóvenes con extravagantes malformaciones, monstruos del hogar… Todo esto y mucho más se puede encontrar en estas ficciones mínimas: un incomparable carrusel de ocurrencias a cuál más original e inquietante. La inventiva y audacia de Eximeno llegan a lugares adonde pocos se atreverían, aportando pasajes y visiones difícilmente olvidables.
Miguel Carrera Garrido