Durante el invierno de 1943, aviones británicos sobrevolaron el territorio alemán dejando caer miles de octavillas sobre algunas ciudades de Alemania. Los que habían escrito este mensaje no eran británicos, sino compatriotas de los que las recibían. Pedían a los ciudadanos alemanes que se rebelaran contra su propio gobierno. Sus autores eran miembros de una misteriosa organización que se hacía llamar «Die Weiße Rose» («La Rosa Blanca»). Todos, salvo uno de ellos, eran extremadamente jóvenes.
En las últimas décadas han aparecido testimonios inéditos, se han hallado carpetas olvidadas, diarios que hasta la fecha nadie había leído, y se han abierto los archivos que permanecían clasificados. Todo ello ha contribuido a la revelación del mundo secreto y fascinante al que los componentes de La Rosa Blanca, siendo adolescentes, pertenecieron, sin que nadie lo supiera.
Transformados por estas experiencias iniciáticas emergieron por separado de los profundos bosques de Alemania para emprender juntos un viaje tan imprevisible como peligroso en la época más difícil que cabe imaginarse.