La participación, a sus treinta y tres años, en la masacre del Congo en nombre de Leopoldo II, rey de Bélgica, fue una experiencia irreversible para Joseph Conrad que, arrepentido y desencantado de sus ingenuos ideales de juventud, desnuda la noble causa de Europa y el espíritu expoliador de los Imperios.
Marlow, alter ego del autor, narra un antiguo viaje hacia las profundidades de la selva africana, donde debe reunirse con el misterioso jefe de una explotación de marfil, cuyos métodos están dañando los intereses de la compañía: Kurtz es una figura implacable y cruel, pero al mismo tiempo venerada por los propios nativos, y cuya dimensión se agiganta conforme avanza la historia. El arte de Breccia expresa con singular maestría las tensiones del relato conradiano entre las fuerzas latentes y brutales de la condición humana y las indomables tinieblas de la selva. El célebre relato de Conrad inspiró una de las mejores películas de la historia del cine: Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola.