Jacinto Masegosa, talentoso médico formado en las mejores instituciones europeas de finales del siglo XIX, recibe una extraña carta que le invita a no buscar el cuerpo. Todo aquel que recibe esa misiva acaba muerto. El doctor es un firme defensor del método científico. Como hombre de ciencia, no cree en leyendas y habladurías, pero la carta ha despertado su curiosidad. Pondrá todos sus conocimientos a disposición de la explicación del entuerto, acelerando sus experimentos secretos sobre transmigración de las almas que aplica con pasión siguiendo las enseñanzas de maestros como Platón y Descartes.A pesar de las advertencias de su fiel amiga Elsa y del abad Simón, un religioso que dedica su vida al estudio de la catedral de ébano y a investigar la supuesta maldición que anida entre sus piedras, Masegosa pondrá todo de su parte para analizar el lugar, aunque tenga que introducir su propia alma en un cuerpo metálico para pasear por las ruinas de un edificio cuya trágica leyenda acaba con la vida de los más valientes y descreídos científicos e investigadores.En esta novela aparecen las sombras del Papa Borgia Alejandro VI, de Copérnico, Gessner, Bruno, Kepler, Pascal, Spinoza, Hume o Kant, entre otros sabios a los que se llegó a considerar herejes en su tiempo. Entran en juego conocimientos o leyendas que tienen dos milenios y medio de existencia. El choque entre la ciencia y las creencias genera una tensión en los protagonistas que les lleva hacia un desenlace incierto.