En El sendero, cuento que abre el volumen, el autor construye un interesante relato donde se mantiene la tensión hasta el final; está en la línea de los relatos agónicos de Jack London pero posee un estilo muy personal. Los distintos puntos de vista empleados en varios relatos, como en El vecino, contribuyen a enriquecer la lectura y a conocer mejor a los personajes, sólidos y bien construidos. En Canales existe una defensa del feminismo y el lenguaje inclusivo, a veces controvertido, y en otros relatos, como en Maniobras militares o La prueba, un canto a la camaradería y una crítica bien fundada de los métodos de entrenamiento militar. Las historias transcurren con ciertas sorpresas y algunos finales abiertos se dejan así, de forma atinada, para que sean los lectores quienes continúen, o finalicen, la historia en su imaginación. Es una llamada a la participación activa del lector. La abundancia de tramas, personajes, técnicas y temas ayudan a la creación de un conjunto variado, de placentera lectura. La crítica social, a veces sutil pero siempre inequívoca, subyace en todas las páginas del libro.
Víctor Espuny (Madrid, 1961). Es licenciado en Filología Hispánica. Ha publicado novela –El proyecto de Mariano (2013), ¡Susana! ¡¡Susanita!! (2014), Camino a Puerto Hermoso (2015) y Un verano en la montaña (2018)–, relato breve –Manuel el titiritero y otros cuentos de abandono (1995) y Pecadillos de juventud (2012)– y poesía –Doce mil noches (1994) y Diario sonoro (1995)–. Ha publicado también obras de ficción en revistas literarias y en libros colectivos de narraciones. En los últimos años dispone de dos blogs –El sendero perdido y Con el viento en la cara– en los que ven la luz sus artículos. Asimismo participa con textos sobre narrativa en la prensa digital. Ha trabajado en la traducción de novelas de Luigi Pirandello y de Manuel de Pedrolo, así como de algún ensayo de Haïm Vidal Séphiha de temática sefardí.