Alejandro vive sin esperanza, solo, aislado de la gente, atormentado por la culpa y los remordimientos. Una mañana lee en el periódico la noticia de la muerte de un hombre atropellado en el barrio de Chueca. Una noticia insignificante, de esas que pasan desapercibidas. Pero no para él. Él sabe que ha sido un nuevo crimen. Y que vendrá otro, y otro más, y que la víctima, como siempre, será un homosexual.
Después de un largo tiempo de silencio, la pesadilla ha vuelto a empezar, y Alejandro ya no puede seguir siendo un cómplice silencioso de esos desalmados, tiene que hacer algo para detener esa locura. Sabe que se enfrenta a un grupo de fanáticos sin escrúpulos, capaces de los peores crímenes, de los instintos más salvajes, y las pasiones más repugnantes. Hombres influyentes y respetados en la sociedad, vinculados al lado más oscuro del poder. Y que si descubren sus intenciones, acabarán con él y con la gente que más quiere.
El fin de las dulces mentiras es la historia de una venganza larvada durante más de cuarenta años de silencio, una historia de mentiras que nos sumerge hasta el fondo en la vida de un personaje conmovedor. Alguien que estaba destinado a ser una persona maravillosa, capaz de amar sin límites, confiada, generosa, sensible. Alguien que un día ve truncados sus sueños, que se transforman en pesadilla. Un retrato fascinante de lo peor y de lo mejor del ser humano.