Pobre Zach, el único en una familia de magos, incapaz de hacer un solo truco. Por eso trata de suplirlo frente a los suyos con inventos, a cual más estrambótico. El desastre está garantizado, especialmente cuando es escolarizado como un alumno “normal” y además pringado como Aaron. ¡Vaya!, ahí en la normalidad, despiertan sus poderes y se convierte (con el apoyo inesperado de la cámara de su amigo) en una estrella viral. Porque ¿quién se va a creer que sus trucos son magia verdadera?