Narrador inolvidable, poeta valioso, viajero y acuñador de anécdotas biográficas, para conocer completamente el universo Stevenson es necesario visitar también su faceta ensayística, a la altura del resto de su obra, didáctica y cercana, pero también rigurosa y precisa. Envidiable.
Escribir reúne sus Ensayos sobre literatura, donde los textos sobre sus libros de cabecera dan paso a los retratos de sus autores favoritos, se mezclan con variados consejos de escritura, confesiones literarias y recuerdos sobre su propio trabajo y la creación de títulos tan maravillosos como El señor de Ballantrae o La isla del tesoro.
Viajar reúne sus Ensayos sobre viajes, aquellos maravillosos textos en los volcó la que fuera ?junto a la literatura? su gran pasión. Una mirada personalísima y un estilo insuperable para dar cuenta de su Edimburgo natal, de sus excursiones por el paisaje inglés, de los viajes al continente europeo y, por fin, cruzando el océano, América. Un aspecto del autor de La flecha negra o El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hide que ningún lector debería pasar por alto.
Vivir reúne sus Ensayos personales y biográficos, seguramente los escritos más íntimos ?cuando repasa sus recuerdos familiares, de infancia, en la universidad? y las semblanzas de aquellos que conoció y le sirvieron para configurar su propia biografía. Pero estos textos también son, gracias a la reconocida capacidad de observación del autor de Secuestrado o Las nuevas noches árabes, un exquisito y lúcido análisis del comportamiento humano a lo largo de las diferentes edades del hombre. El aspecto más personal de Stevenson, una sorpresa literaria que no se debe pasar por alto.