La actual crisis económica no será un paréntesis en España. Pasarán los meses, los años y nada volverá a
ser como antes. Pese a que los discursos políticos convencionales ?del gobierno y de la oposición- juegan con la
metáfora tranquilizante del paréntesis, España no regresará en muchos años ?probablemente nunca más- a las altas cotas
de consumo, especulación y hedonismo de las últimas dos décadas. Se cierra una etapa y España se convierte en un país
definitivamente modesto. La modestia, sin embargo, no siempre ha tenido buena prensa en nuestro país. No es apreciada
en los despachos y no siempre ha tenido una buena reverberación en el alma popular.