Un maníaco anda suelto por las calles del East End londinense. Las comparaciones son odiosas, pero el modus
operandi del criminal le acerca demasiado al perfil del ya mítico Jack el Destripador: después de cada asesinato,
arranca e ingiere una parte del cuerpo de su víctima. El nuevo monstruo del East End es objeto de toda la atención de
los medios, que le han apodado Wolfman (Hombre Lobo) por haber sido hallada debido a que su primera víctima ha sido
hallada en Wolf Street. Scotland Yard pide ayuda al el inspector Rebus, experto en crímenes macabros, es requerido por
Scotland Yard para que colabore en la investigación, algo que el inspector George Flight verá como una interferencia
innecesaria y molesta. Si quiere resolver el caso, Rebus deberá lidiar no solo con el esquivo asesino, sino también con
su hostil colega londinense y con la presencia de una atractiva psicóloga que despertará sus instintos más
incontrolables. Ian Rankin vuelve a sobrecoger a los lectores con una terrorífica historia cargada de intriga y
verosimilitud.