En esta inolvidable novela, McCullough narra una historia que comienza en 1915 y está llena de sueños, secretos, pasiones oscuras y amor prohibido en el interior de Australia.
En ella asistimos a la gesta de tres generaciones de la familia Cleary, pero sobre todo, somos testigos de la relación sentimental de Meggie con el sacerdote Ralph de Bricassart, un párroco cuya ambición lo lleva a formar parte de los círculos influyentes del Vaticano.
Una historia de amor conmovedora, una apasionante lucha entre el deseo y el deber, la vocación y la pasión, pero también una celebración de la individualidad y el espíritu.