Distinguida con el Desmond Elliott Prize 2012, esta audaz y conmovedora primera novela de la escritora galesa Grace McCleen fue recibida con ferviente entusiasmo por la crítica literaria del Reino Unido y sin duda permanecerá en el recuerdo del lector durante largo tiempo. El personaje central es una niña extraordinaria en una situación extraordinaria. Huérfana de madre desde su nacimiento, Judith vive atrapada entre dos mundos excluyentes. Por un lado su padre, un fundamentalista cristiano que recorre las calles predicando la verdadera fe y le impone una rigurosa disciplina anclada en el pasado. Y por otro la escuela, donde su carácter peculiar incita las burlas y agresiones de sus compañeros. Para evadirse, Judith ha construido en su habitación una réplica de su ciudad con figuritas de alambre, un cielo de gasa, un arco iris de brillante papel de caramelos y muchos otros elementos rescatados de la basura: un auténtico refugio donde dejar volar la imaginación. Así, cuando, al día siguiente de haber simulado que la nieve cubría su poblado en miniatura, una nevada verdadera cae prematuramente a comienzos del otoño, Judith se cree capaz de obrar milagros. A partir de ese momento, una serie de coincidencias entre los juegos de la niña y determinados hechos que ocurren a su alrededor refuerzan su misticismo y la aproximan peligrosamente a la delgada línea que separa la realidad de la ficción.
Seleccionada por la cadena de librerías Waterstones como uno de los nuevos talentos literarios de su país, McCleen ha escrito una historia de suspense creciente que brinda al lector la posibilidad de asomarse al opaco universo del fundamentalismo religioso, donde la fe y la razón libran una batalla despiadada. La asombrosa voz de Judith, su mirada inocente y carente de prejuicios otorgan al relato una perspectiva fresca y diferente que emociona e invita a la reflexión.