Considerada una auténtica renovadora de la novela inglesa y galardonada con una larga lista de premios ?entre ellos el Whitbread a la Mejor Novela del Año en dos ocasiones, caso único en la historia del premio?, Jane Gardam vuelve a deleitarnos con su aguda capacidad de observación, su fino sentido del humor y la sobria claridad de su estilo narrativo. Retomando el hilo de su anterior novela, El viejo juez (Salamandra, 2011), Gardam nos ofrece una nueva versión de la historia de sir Edward Feathers, Filth, el peculiar personaje que desgranaba su azarosa vida desde su plácido retiro en la campiña inglesa.
Pero esta vez será a través de las vicisitudes de Betty, su esposa, como descubriremos aspectos desconocidos de la brillante carrera del juez y del matrimonio que ambos compartieron. Niña huérfana y criada en los campos de internamiento de Shanghai, Betty estudió en Oxford y se formó como una mujer de espíritu libre. El contraste con su marido, tan reservado y tradicional, acrecienta su atracción por el eterno adversario de Filth, el desenvuelto y dinámico Terry Veneering. Así pues, desde la perspectiva de Betty, la historia de sus vidas se desarrolla plena de giros y revelaciones sorprendentes, de los que emerge el retrato de un matrimonio narrado con la ironía y sutileza típicamente británicas que han hecho famosa a la autora.