Pippilotta Delicatessa Windowshade Mackrelmint nació, con nueve años, en 1945. Huérfana de madre e hija del capitán de barco Efraín Calzaslargas, que fue el rey de los mares y hoy es el rey de los caníbales, Pippi es su hipocorístico. Pippilotta, según el rey, era un nombre demasiado largo.
Si hubiera crecido, la habrían tachado de disfuncional, pero eso la trae sin cuidado. Por ahora, podemos llamarla anarcoinfantil.
Y es que mientras que su padre recorre el mundo, ella vive sola, o, más exactamente, vive con un caballo, un mono, y ningún adulto a la vista, cosa que le otorga muchísima libertad. Ni siquiera tiene que ir al colegio, aunque alguna vez se persone por allí. Imaginativa (que nunca demasiado mentirosa), valiente (que no lianta, incivil o temeraria), incorruptible y leal, pero no siempre ecuánime, por fortuna Pippi es más fuerte que cualquier policía o bandido del mundo. Y, aunque tiene una pistola y una espada, suele administrar justicia con las mano. Porque siempre hay gente mala rondando por ahí, pero Pippi, a sus nueve años, va sobreviviéndoles a todos.