La vida de Paolo cambia repentinamente cuando un desconocido llega a su pequeña y aislada cabaña en las desoladas tierras del extremo sur de Chile, y mata a sus padres. El niño se ve obligado a convivir con el asesino, Ángel. Un año más tarde llega Luís. La convivencia es difícil por la tensión entre los dos adultos. Sin embargo, Paolo logra que no ocurra nada. Las carencias y la dureza del clima les obliga a viajar a la ciudad.
Luís se enamora, y los deja. Ángel, al contacto con la gente, revive su oscuro pasado. La
policía le descubre y tiene que huir de nuevo con Paolo.