Nacho, un niño de diez años, se ha mudado de casa y es nuevo en el colegio. No tiene amigos y se siente solo. Entonces, su madre le regala un petirrojo al que enseña a cantar. Un día, su tía Eli le invita a ir al concierto del Coro de Niños Cantores de Viena y le cuenta la historia de uno de ellos, Gustav, que nació en los años 30: Gustav y el resto de sus compañeros se encontraban de gira en Australia cuando se declaró la Segunda Guerra Mundial; como Australia era un país enemigo de Austria, de donde procedían, no les permitieron volver a su casa. Tras investigar, Nacho y su amiga Eli descubren que Gustav y sus compañeros del coro fueron adoptados por familias australianas y que no volvieron a su país.