El rey de Moma, Galleto II, está preocupado. Sus súbditos son los más felices del mundo: comen sopa de galleta, filetes de galleta y pagan con galletas. Cada vez que un rey lo visita, le regala una galleta de oro. Sin embargo, desde hace tiempo, cada Navidad los envidiosos alacenos le roban el oro que guarda en su castillo. Para resolver el problema, el rey convoca un concurso que dé con la solución. Ni el primero, ni el segundo ni el tercer candidato da con ella, pero un joven herrero, Ardín, propone al rey fundir el oro, hacer una candado con él y teñirlo de negro.