Un zoo y, en él, un pequeño oso triste. Por suerte, la vecina jirafa anima sus días contándole historias sobre todo lo que pasa en el exterior, al otro lado del muro. Una pequeña fábula adaptable a innumerables situaciones de la vida. Una alegoría de los cuentos que nos contaron de pequeños, haciéndonos imaginar un maravilloso mundo.