Soñar en noches de luna, trae fortuna.
Podéis pedir tres deseos, decía el misterioso
papel que se coló por la chimenea, justo cuando
dos viejecitos estaban asando un pedazo de
pan. Dentaduras de oro, trajes elegantes, un
palacio de diamantes? ¡Qué difícil escoger?!
Este cuento, de la tradición oral portuguesa,
nos habla del poder de los sueños, de la suerte
que aparece y desaparece caprichosa, y de que
mientras tengamos afecto y sueños por cumplir,
seremos felices.