Génova, 1597. Angelo DeGrasso, inquisidor general de Liguria, interroga en los sótanos de su abadía al brujo veneciano Eros Gianmaria mediante salvajes tormentos; busca una confesión. El papa Clemente VIII en persona le ha encargado una importante misión y no descansará hasta cumplirla: rastrear la última copia todavía existente del Necronomicón, el libro prohibido más buscado en tierras cristianas. Hombre implacable y de profunda fe, dotado de aguda inteligencia y poder deductivo, el inquisidor DeGrasso es conocido por su crueldad a la hora de tratar con los herejes y su obediencia ciega al Santo Oficio de Roma, pero pronto se ve enfrentado a un destino escabroso. La aparición de una joven llamada Raffaella es solo el comienzo de un intrincado laberinto de misterios. Detrás del libro prohibido y una cofradía satánica se embarcará hasta el Nuevo Mundo donde hallará lo inesperado. Deberá librar una batalla a vida o muerte, no solo contra la herejía y los enemigos de la Iglesia católica, sino contra las tentaciones, los hermanos de la fe e incluso contra sí mismo.