Praga, finales del siglo XVI. El gran rabino MaHaRal, el mayor cabalista de todos los tiempos, crea una figura de barro destinada a garantizar la seguridad de su pueblo ante las amenazas tanto de los católicos como de los protestantes. Con el tiempo, sin embargo, el Golem para a ser usado en la construcción y en tareas vulgares, lo que hace que se convierta en objeto de burla y desdén, lo que a su vez provoca que se rebele y deban convertirlo de nuevo en barro.
Halter traza un arrebatador cuadro del misterioso mundo de la Cábala, a través de un testido directo David Gans, personaje del que hay constancia histórica.