La periodista Patricia Bucana (protagonista en otra novela del autor) se lanza a la apasionante misión de desentrañar la verdad en un mundo marrullero, confuso y podrido en el que nada es lo que parece ni nada es lo que debería ser.
Sus averiguaciones y su implicación la empujan al precipicio, a las cloacas de la sociedad.
Cerdos y Gallinas habla de corrupción policial y periodística, de un mundo gris de traiciones y mentiras. Nos sitúa en el punto exacto en el que están las relaciones entre jueces, policías, periodistas y la delincuencia organizada, tanto la de pistola en ristre, como la de cuello blanco.
Es la novela más arriesgada de Carlos Quílez, escrita a borbotones, con la pasión de quien no entiende la vida de otra forma.